Sobre mí
Desde siempre me ha apasionado el mundo de los libros. Mi papá era un gran lector y me inculcó desde niña el buen hábito de la lectura, el problema fue que no me proporcionó el material adecuado a mi edad, por tanto, leí Carta a un niño que no llegó a nacer de Oriana Fallaci, con apenas once años.
Cuando cumplí dieciséis años me fui a vivir a Medellín, me tocó vivir situaciones muy diferentes a las cotidianas de una chica de mi edad, no me sentía cómoda contándoselas a mis amigas, así que tuve la necesidad de escribir un diario para desahogarme y sacar de mí esos sentimientos que me hacían daño. Fue una escritura tan íntima y visceral, que hasta me inventé un abecedario con signos y números para que nadie pudiera leerme, así que ahora tengo un montón de cuadernos repletos de jeroglíficos que ni yo misma puedo leer.
El ejercicio de mi profesión me obligó a dejar aparcada la escritura mucho tiempo, y aunque mi primer marido era editor y me animaba a escribir, nunca saqué el tiempo para dedicarme a ello. Pero como nunca es tarde si la dicha es buena, creo que ahora es el momento indicado para dar rienda suelta a todo lo que quiero contar.
Soy irreverente, provocadora y amena. Me gusta reír y trato de ver siempre el vaso medio lleno. Escribo narrativa y quiero compartir mis sensaciones con vos, querido lector. ¿Me acompañas en este proceso?
Te agradezco el haber llegado hasta aquí y te invito a que leas mis relatos y mi primera novela CUANDO NO TOMABA PROZAC – LA NOCHE DE LAS VELITAS, una historia inspirada en hechos reales, que te atrapará desde la primera página hasta el final.
Un cariñoso saludo.